Situado en una de las zonas más pintorescas y tranquilas de Edimburgo (Dean Village). A pesar de estar a una media hora o cuarenta minutos del centro, el paseo desde allí, bordeando el río merece la pena, y por momentos nos hará olvidar que seguimos en la ciudad.
El museo se divide en dos edificios alrededor de un precioso jardín decorado con obras escultóricas, haciéndolo parte misma de la exhibición. A un lado, el soberbio edificio neoclásico, que abarca obras de arte francés y ruso de principios del siglo XX, arte británico moderno y pinturas expresionistas y cubistas, con autores de la talla de Andy Warhol y Picasso.
Al otro, un antiguo orfanato victoriano, reconvertido en museo para albergar la obra del artista Edimburgués Eduardo Paolozzi. Alberga también obras de autores surrealistas y dadaístas, con Dalí, Picasso y Miró a la cabeza.