13 ene 2017

2.3 Filosofía

La Ilustración o Escuela escocesa fue un movimiento cultural del siglo XVIII, caracterizado por la destacada producción intelectual, científica, y cultural desarrollada en Escocia, sobre todo a partir de la segunda mitad de siglo, convirtiendo a Escocia en uno de los principales focos culturales de Europa. Hacia 1750, los escoceses se contaban entre los habitantes más cultos de Europa, con una tasa de analfabetismo estimada de tan sólo del veinticinco por ciento. Edimburgo pasaría a ser apodada la «Atenas del Norte».

La Ilustración escocesa abrazó los preceptos humanistas y racionalistas de la Ilustración europea, negando cualquier tipo de autoridad que no pudiera ser justificada con la razón y sosteniendo un punto de vista esencialmente optimista sobre la capacidad del individuo para contribuir a mejorar la sociedad.

Algunas de las principales figuras de la Ilustración escocesa fueron los filósofos Francis Hutcheson, Thomas Reid y, sobre todo, David Hume, el gran representante del empirismo.


Estatua de David Hume en Edimburgo

Además de ellos cabe citar a los economistas Adam Smith y James Mill, el antropólogo Lord Kames, Adam Ferguson, John Playfair, el químico Joseph Black, el geólogo James Hutton, el ingeniero James Watt y el lingüista Lord Monboddo.